viernes, 4 de enero de 2013

SOLSTICIO DE INVIERNO

El día del solsticio de invierno era una jornada de celebración en muchas civilizaciones antiguas de todo el mundo, en las que el culto al Sol tenía un papel predominante.

El solsticio de invierno es el día más corto seguido de la noche más larga, un acontecimiento único en todo el año que marca el instante en que la Tierra se encuentra más lejos del Sol. 
Es el primer día del invierno y, simbólicamente, anuncia el renacimiento del día ya que a partir de ahora los días se irán alargando y las noches se irán acortando, hasta el equinoccio de primavera, cuando el día es más largo que la noche.


Lejos de temer por la llegada del último día, los duendes hemos celebrado este acontecimiento, que la cultura tradicional maya marca como el último día de un largo periodo de más de 25.000 años, de la mano de Narciso.
Fue una sesión llena de símbolos, impregnada de algo de magia donde vivimos la comunión con la naturaleza a ritmo de música y cantos. No faltó el agua, la luz y los tesoros de cada cual como testigos de la reunión. Como Narciso vive con Nico y su hermano Mauro, de la clase de los cocodrilos (P4), los invitamos a esta ceremonia tan especial.


Los duendes tuvimos una sesión preparatoria dos días antes en la que Narciso nos pidió algunas cosas:

Un cinta para la cabeza, preferiblemente roja.

Ropa blanca o clara.

Instrumentos para hacer música.

Objetos personales, dibujos, deseos…

Las velas que pusimos alrededor del altar son las que nos trajeron los duendes al final del curso pasado.


Los días previos estuvimos cosiendo duendes y hadas, cada un@ el suyo, para llevarlos a la ceremonia. Luego los colgamos en “el bosque de los árboles dorados”.

Fue una tarde especial y, seguramente, una experiencia emocional inolvidable.

Gracias a Narciso por dirigirla y gracias también a tod@s los que quisisteis compartirla con nosotr@s.



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