Cada año celebramos el día del libro con un trueque de libros. Durante la semana, cada un@ traemos uno o dos libros al cole, interesantes y en buen estado, con el fin de cambiarlos por otros, y quedan expuestos en el pasillo para poder mirarlos bien, bien. El día elegido para el trueque, nos juntamos por ciclos y comienza la negociación del intercambio, que no necesariamente es "el tuyo por el mío", y salimos tod@s al jardín a leer.
Los duendes (2º primaria) hemos trabajado la rima en clase y se nos ocurrió una performance para alegrar la tarde a nuestr@s compañer@s. Tomamos como tema los cuentos tradicionales; hurgando en la red encontramos algunas adivinanzas rimadas y esto nos sirvió de estímulo para inventar otras.
Pinterest hizo el resto, nos gustó la sugerencia de Canapés Literarios y nos pusimos manos a la obra. Las endulzamos un poquito y el éxito fue abrumador. Eso sí, si querías llevarte el canapé debías adivinar el personaje del cuento.
¿Sabéis cuál fue el personaje más rimado? ¡El lobo feroz!
En nuestra escuela, Escuela 2, hemos dividido la primaria en dos triciclos: triuno, 1º, 2º y 3º y tridos, 4º, 5º y 6º. En el triuno estamos trabajando sobre el cuerpo humano en este último trimestre y una de las actividades semanales son los talleres. Los niños y niñas de los tres cursos se dividen en cinco grupos, cada uno de los cuales asiste a un taller distinto. Cada taller dura dos sesiones de 1'30 h, después se cambia de taller. Generalmente todos los grupos pasan por todos los talleres pero en esta ocasión, por ajustes de tiempo, solo podrán asistir a tres de ellos.
Publico la primera sesión del taller del cual soy responsable y que hemos denominado DANCING & PAINTING. Se trata de una actividad artística interdisciplinar; el cuerpo abandona la forma estática para dibujar y todo él se implica en una expresión holística, sensorial y emocional, muy interesante. Que sea compartida, añade valor.
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Disfrutar con los niños y las niñas cuando la propuesta de aprendizaje conecta con su alegría justifica de sobra haber elegido ser maestra. Mi agradecimiento a Segni mossi, laboratorio di danza e disegno, por compartir su trabajo y excitar mi acción docente.
Llegó el curso pasado y se juntó con los chicos más
activos de la clase, esos que salen corriendo al jardín para pillar la pista de
futbol antes que nadie. No le costó casi nada. Tiene buenas habilidades
sociales y conectó rápido con los nuevos compañeros. CompañerOs, sí, los
chicos. Un poco por juego y otro poco por nosequé tenían esa tontería de que
las chicas son bobas y, si hay que sentarse a su lado, dejan un sitio libre en
medio.
Eso, este curso, ha desaparecido.
Conmemorando el día de los derechos de la infancia,
tuvimos una tertulia al respecto, estuvimos hablando acerca de la diferencia de
oportunidades de un@s niñ@s y otr@s en el mundo, de su libertad para ser quien
son, de la necesidad de afecto… (Ya lo he contado en una entrada anterior).
El lunes, su mamá me contó que, el sábado por la tarde le
habló de esto y le contó lo que habíamos hecho en clase. “Sara, le dijo, dice que
tenemos derecho a ser como somos y que no nos tiene que preocupar lo que digan
los demás” (como si fuera fácil). “Mamá,
quiero pintarme las uñas de rosa”
Su mamá sacó un esmalte de uñas rosa y se pusieron a
pintarse las uñas. En eso estaban cuando él dijo: “Quiero ponerme una falda”
Al llegar a casa recopilé todos los pintauñas que tengo
por los cajones y los llevé a clase al día siguiente. ¡Qué locura! Yo no
imaginaba la revolución que se organizó; una fiesta.
A él le costó atreverse, miraba cómo otros y otras se
pintaban las uñas entre sí, divertido pero distante. Hasta que ella le dijo ¿te
pinto las uñas? Y él dijo “sí”.
Esa misma tarde me fui a un chino y cargué con cosas para
disfrazarnos: gorros, gafas, faldas, pelucas, boas de plumas… Otro festival de
buena mañana.
A partir de este día son ellos y ellas los que traen
pintauñas, maquillajes, disfraces… se los colocan de buena mañana y, a veces,
se los llevan a casa y los traen al día siguiente.