Con los movimientos del terremoto, el mago cayó dentro de la fuente que era muy profunda:
MAGO- ¡recórcholis!
FUENTE- Tenía muchas ganas de que vinieras. Este terremoto lo he
provocado yo para atraparte.
Al momento el terremoto paró. Jorge, Natalia y las demás personas del parque estaban tan tranquilas, pero el mago no entendía nada.
MAGO- ¿qué quieres de mí?
FUENTE- Yo no he sido siempre una fuente. Soy un mago bueno hechizado por un mago malo, y sólo un mago puede desencantarme. Cuando lo hagas te regalaré mi bola de adivinar que es única en el mundo.
MAGO- Pues no tengo mi varita, se me ha caído al suelo.
En ese momento se acercó un perro a beber a la fuente y el mago, que podía hablar con los animales, le pidió la varita mágica.
Autores de este artículo: Johanna Armiñana, Nacho Pastor, Aida Izquierdo.
Ilustración: Sandra Peris, Angeleta Pérez.
Curso: 2º
Centro: ESCUELA 2
Localidad: La Cañada
Provincia: Valencia
País: ESPAÑA
Tutora: Sara Cervellera
Autores de este artículo: Johanna Armiñana, Nacho Pastor, Aida Izquierdo.
Ilustración: Sandra Peris, Angeleta Pérez.
Curso: 2º
Centro: ESCUELA 2
Localidad: La Cañada
Provincia: Valencia
País: ESPAÑA
Tutora: Sara Cervellera
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