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El guardabosques no pago la multa y los abogados se lo llevaron a
la cárcel y James Bond se fue tras él.
El oso grande se despertó y atacó a la abuela que apestaba y creyó
que era una mofeta.
Natalia y el paracaidista no ayudaron a la abuela a salvarse
porque era muy gruñona y el oso se la comió. La abuela sabía tan mal como olía
y el oso la vomitó.
De repente se oyó un gruñido a lo lejos y todos los osos se
marcharon a su cueva.
El paracaidista y Natalia aprovecharon el paracaídas, envolvieron
a la abuela y la tiraron al rio y Natalia invitó al paracaidista a cenar a su
casa.
Y colorín colorado este cuento ha terminado.
Autores de este artículo: Adrián Martí, Nacho Chuliá, Lucía Roca
Ilustración: Ada Recuenco
Curso: 1º
Centro: ESCUELA 2
Localidad: La Cañada
Provincia: Valencia
País: ESPAÑA
Tutora: Sara Cervellera
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